La oposición venezolana lanza este domingo su mayor desafío al régimen de Nicolás Maduro con una consulta popular en la que espera que el pueblo se pronuncie masivamente contra el proceso constituyente impulsado por el chavismo.
Convocada por la oposición con el aval del Parlamento, que ha invocado el derecho constitucional a la desobediencia cuando el Gobierno atropella la democracia, el plebiscito tiene el respaldo de importantes actores del tejido económico, cultural y civil del país.
A la convocatoria se han sumado importantes sectores de la sociedad civil como la Federación de Cámaras de Comercio (Fedecámaras), sindicatos no oficialistas, organizaciones estudiantiles y algunas de las universidades más prestigiosas del país.
Los centros de votación en Venezuela abrieron sus puertas a las 07.00 hora local (11.00 GMT), y algunos de ellos minutos antes, con lo que comenzó la participación de los ciudadanos en la consulta popular.
Los participantes del plebiscito opositor deberán responder si están o no de acuerdo con el proceso constituyente impulsado por el chavismo y, además, con instaurar un gobierno de transición.
Para este proceso, la alianza opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) habilitó 2.030 “puntos soberanos” en todo el país con 14.404 mesas de votación y acreditó a 47.272 personas para trabajar en la consulta que cuenta además con unos 80.000 voluntarios desperdigados por toda la nación caribeña.
Ciudadanos venezolanos residentes en países como Arabia Saudí, Baréin, Kuwait, Omán, Catar y Egipto votaron el sábado en esas naciones de Oriente Medio en las primeras mesas que abrieron en todo el mundo para la consulta.
En el extranjero fueron habilitados 667 puntos de votación, distribuidos en 602 ciudades de 100 países.