Un hombre con una máscara antigás arrojó un gas desconocido y abrió fuego la madrugada del viernes en una sala de cine cerca de Denver en un ataque que dejó al menos 12 muertos y 50 heridos, informaron las autoridades y descartaron en principio que fuera un acto terrorista.
El ataque fue cometido por un hombre en una sala en que se estrenaba la nueva película de la serie de Batman, “The Dark Knight Rises”, dijo la policía. 
De acuerdo con funcionarios federales, el sospechoso es James Holmes, un estadounidense blanco de 24 años de edad. Los funcionarios hicieron las declaraciones a condición del anonimato debido a que la investigación está en marcha.
El agresor, que fue luego detenido, se paró en la parte delantera de la sala y le disparó a los asistentes hacia las 00.30 horas del viernes en el complejo de salas Century 16 en un centro comercial del suburbio de Aurora.
La Policía había dicho inicialmente que había 14 muertos, pero después redujo la cifra a 12 sin ofrecer explicaciones de inmediato.
“Los testigos nos dijeron que él arrojó una especie de bote. Ellos escucharon como un silbido, surgió un gas y el pistolero abrió fuego”, dijo el jefe de la policía de Aurora, Daniel Oates, en una conferencia de prensa.
El FBI dijo que de momento no había indicios de que Holmes tuviera vínculos con algún grupo terrorista.
El portavoz de la policía de Aurora, Frank Fania, dijo a la cadena ABC que por el momento desconocía si todas las heridas eran por los disparos. Consideró que algunas lesiones pudieron ser causadas por otras cosas como esquirlas.
Los asistentes no sabían lo que estaba ocurriendo y algunos creyeron que el ataque era parte del espectáculo. Luego vieron entre el humo en la parte delantera del cine cerca de la pantalla la silueta de un hombre que le apuntaba con un arma a los presentes.
“Le dije a mi amigo ‘vámonos de aquí’, pero luego le empezó a disparar a quienes se dirigían hacia las salidas”, relató Jennifer Seeger a la cadena Today. Agregó que el atacante salió por un pasillo haciendo disparos, sin decir nada.
Algunos de los lesionados son niños, incluido un bebé de tres meses que fue herido de bala. Doce personas fueron llevadas al Centro Médico de Aurora con lesiones por disparos, las cuales van de menores a graves. Tres de las víctimas fueron tratadas por exposición a sustancias químicas, principalmente por gas lacrimógeno.
Las autoridades de salud de Denver informaron que atendían a siete víctimas; una en estado crítico. El hospital de la Universidad de Colorado recibió a 21 heridos, incluyendo a un bebé, por heridas de bala.
Este fue el peor ataque a un grupo de personas en Colorado desde la matanza del 20 de abril de 1999 en la escuela Columbine High School. En ese entonces, los estudiantes Eric Harris, de 18 años, y Dylan Klebold, de 17, mataron a tiros a 13 personas e hirieron a 26 para luego darse muerte en la biblioteca de la escuela en el suburbio Littleton de Denver, a unos 24 kilómetros (15 millas) al oeste de Aurora.
La Policía, las ambulancias y los socorristas atestaron el lugar debido a los llamados telefónicos frenéticos hechos al servicio de emergencia, dijeron las autoridades.
Los agentes llegaron rápidamente al lugar y le dijeron a las personas que abandonaran la sala, dijo Salina Jordan al periódico Denver Post. La mujer agregó que la policía retiraba cuerpos del lugar.
Los agentes encontraron luego al atacante cerca de un automóvil detrás del cine.
“Una máscara antigás, un fusil, un revólver y al menos otra arma fueron hallados en el interior”, indicó el jefe de policía. El sospechoso fue arrestado y no hay evidencia de otros pistoleros, agregó.
No hubo informaciones inmediatas sobre los posibles motivos.
El sospechoso habló de “posibles explosivos en su residencia. Estamos viendo esa posible amenaza”, indicó Oates.
La policía fue a un departamento del área de Denver y desalojó a algunos habitantes del edificio. Oates se abstuvo de decir si encontraron explosivos.
Aclaró que la policía inspeccionó el cine Century 16 y el estacionamiento en busca de explosivos y acordonó esas zonas.
El presidente Barack Obama dijo que estaba entristecido por el “tiroteo horrible y trágico”, al tiempo que afirmó que su gobierno estaba “comprometido con llevar a la justicia a quien fuera responsable, garantizar la seguridad de nuestra gente y atender a quienes fueron heridos”.
Uno de los presentes en la sala del ataque, Benjamín Fernández, de 30 años, dijo que escuchó varias detonaciones y vio a algunas personas caer, incluida una chica. (AP)
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