29 de marzo de 2024 9:31 AM

Rigondeux ante la oportunidad de su vida frente al favorito Donaire esta noche en NY

La pelea, Donaire-Rigondeux

A los 32 años, Guillermo Rigondeaux tiene la oportunidad que tanto añoró cuando intentó infructuosamente desertar del equipo cubano luego de los Juegos Panamericanos del 2007 y vio interrumpida su brillante carrera como amateur, en la que conquistó dos títulos olímpicos.

Peleará hoy contra el filipino Nonito Donaire, haciendo realidad el sueño que lo llevó a abandonar la isla en el 2008 y a empezar de nuevo en Estados Unidos, luego de haber conseguido todos los honores posibles como amateur en Cuba.

Dueño de una exquisita técnica y siendo un consumado contragolpeador, Rigondeaux siempre soñó con enfrentar a un rival de gran jerarquía.

“Yo busco lo mismo como aficionado, los mismos logros; que se diga que soy el mejor de las 122 libras”, dijo Rigondeaux a The Associated Press. “Ganar superaría las medallas de oro”.

La oportunidad se le presenta en el Radio City Music Hall con un combate en el que se unificarán los cetros de la división super gallo de la AMB (Rigondeaux) y la OMB (Donaire). Será apenas la segunda vez que el mítico Radio City albergue una velada de boxeo.

No existe una cuenta oficial, pero se calcula que Rigondeaux disputó entre cerca de 400 peleas como aficionado. Ganó todo lo que tenía que ganar en esas lides. Fue expulsado del equipo tras el episodio de deserción en Brasil, por el que fue detenido y devuelto a Cuba.

Rigondeaux logró salir de la isla en 2008 y se radicó en Florida para incursionar en el boxeo rentado. Ahora encara el momento cumbre de una carrera profesional de apenas 11 peleas.

“Demostré ser el mejor como aficionado y ahora quiero ser el mejor como profesional. Es lo que voy a hacer”, dijo Rigondeaux.

Su pelea con Donaire tiene todos los atributos para ser una de las mejores que se hayan visto en tiempos recientes.

Donaire fue proclamado como el Boxeador del Año en 2012 tras salir airoso en cuatro peleas. También ostenta una racha de 30 victorias consecutivas, enhebrada en los últimos 12 años, y luego de la única derrota en su carrera de 32 combates.

El boxeo profesional dejó de existir en Cuba a inicios de la década de los 60 tras el triunfo de la Revolución, liderada por Fidel Castro. Pero nadie olvida a leyendas como Kid Gavilán y Kid Chocolate, campeones antes de la prohibición.

Cuba pasó a ser una maquinaria en el boxeo olímpico a partir de los años 70. Los pesos pesados Teófilo Stevenson y Félix Savón ganaron tres preseas olímpicas doradas.

Siempre quedaba la duda de si un Stevenson le hubiese podido ganar a Muhamad Ali, o Savón a Mike Tyson.

El actual entrenador de Rigondeaux es Pedro Díaz, quien durante 20 años fue parte del cuerpo técnico de la selección cubana hasta que decidió irse.

Díaz comenta que un triunfo de Rigondeaux serviría para avalar la calidad del boxeador cubano.

“Todo sabemos que en Cuba no hay boxeo profesional, que las cosas no son como uno quiere. En el caso de Rigondeaux, no pudo desarrollar su carrera profesional hasta ahora. Quizás si hubiese salido antes, las cosas serían diferentes”, dijo Díaz a AP.

“Yo pienso que un triunfo va a ser importante para el boxeo de Cuba. Un triunfo de Rigondeaux va a reflejar la clase de la escuela cubana”, añadió.

Donaire también anhela gloria y reconocimiento, que se le considere como un campeón trascendental: “Quiero dejar mi huella”, señaló.

Tampoco esquiva peleas; procura subir a los tinglados con frecuencia y suele recalcar que le gusta ofrecer espectáculo.

Desea lavar la imagen de su última pelea en Nueva York, en octubre de 2001, un bodrio contra el argentino Omar Narváez en el Teatro del Madison Square Garden.

“Es una deuda que tengo con la afición. Fue una pelea malísima. Gané bien, pero me fui con la sensación de derrotado”, dijo Donaire. “Pero ahora es diferente. Ahora tengo en frente a alguien de mucha calidad que me quiere ganar”. (AP)

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