29 de marzo de 2024 3:15 AM

Poncho Sánchez, su historia y su Jazz Latino llegan a Boca Raton

Poncho Sánchez ha recorrido el mundo como embajador del jazz latino. Pero últimamente se ha convertido en un historiador que busca llevar a sus seguidores a donde todo comenzó. Con ese delicioso antecedente llega a Boca Raton para presentar un show que promete muchas emociones.


Eso sería la ciudad de Nueva York en 1947, poco después del encuentro entre Dizzy Gillespie y Chano Pozo quienes juntos escribieron y grabaron Manteca, dando así paso a un nuevo género musical.
En su más reciente producción, Chano y Dizzy, Sánchez le rinde tributo a los dos pioneros del jazz latino,Poncho Sánchez tomando el lugar de Pozo junto al trompetista de Nueva Orleáns, Terrence Blanchard como Gillespie. El conguero y dos veces ganador del Grammy, tocará algunos segmentos con la banda de jazz latino de Poncho Sánchez este viernes en el Festival de Artes de Boca Ratón 2012.
Entre sus favoritos: un potpurrí de Chano Pozo, TinTinDeo, Manteca y Guachi Guaro; además de la pieza Ariñaña, y Groovin’ High de Gillespie.
A los 60 años Sánchez es un orgulloso portador de la llama de los ritmos afrocubanos. Pero también se ha vuelto un profesor que quiere asegurarse que sus estudiantes aprendan las raíces de la música. Él aprendió su lección de los maestros mismos, Gillespie y el gran músico cubano y líder de orquesta Mario Bauzá. Pozo murió trágicamente en una pelea de bar en 1948, antes de que Sánchez naciera.
“Mario fue él que los presentó. Tuve el honor y el placer de tocar con la banda de Mario Bauzá y tuve el privilegio de tocar con Dizzy”, dijo Sánchez desde su casa en las afueras de Los Ángeles. “Entonces ellos me explicaron cómo comenzó la cosa”.


Todo comenzó cuando el innovador Gillespie buscaba de un nuevo sonido luego de crear el “bebop” con Charlie Parker. Según la historia, el trompetista de jazz le gustaba la percusión afrocubana que había escuchado en Nueva York y acudió a su amigo Bauzá, quien había estado con él en la banda de Cab Calloway.
“Dizzy ni siquiera sabía que Chano tocaba las congas. Le dijo a Mario Bauzá ‘¿me puedes conseguir uno de esos intérpretes de tom-tom? Chano acababa de llegar de Cuba y no conocía mucho acerca del bebop o el jazz. Y ese fue un problema. Muchos de los bateristas de la banda de Dizzy Gillespie le sacan el ‘swing’ a los tambores”, dijo Sánchez. “Y Chano tocaba un sólido tempo de 4 por 4, como el mambo. Son dos diferentes ranuras y Dizzy dice que le tomó varios meses enfocar en la correcta”.
Según Sánchez, los músicos de Gillespie no estaban felices con la nueva adición de Pozo, quien no hablaba inglés, y no entendía bien el jazz americano.
“Entonces no sonaba bien al comienzo y usted lo puede escuchar en las primeras grabaciones”, dijo Sánchez. “Yo pienso que tocando más y más juntos, comenzó a caer en la nota y así todos comenzaron a aprender. Y así fue como sucedió”.
Para Sánchez también sucedió de una manera poco convencional. Sus raíces no están en Nueva York o en el Caribe, como la mayoría de los músicos de jazz latino, sino en Los Ángeles. El menor de 11 hijos, creció en un hogar chicano escuchando mariachi y música mexicana norteña junto al soul, gospel y rock.
Fueron sus 10 hermanos mayores los que lo metieron en el mambo y otra música de baile latino que estaba siendo popular en la costa oeste al final de los años 50. Sentía gran afinidad con Machito, Tito Puente, Mongo Santamaría y Tito Rodríguez.
“Mis favoritos fueron siempre los músicos latinos mayores”, recordó. “Cuando mis amigos venían a casa le tocaba esos discos y me decían ¿por qué estás escuchando la música de estos viejos? Pon algo de Cream o Iron Butterfly’ y yo siempre decía ‘hmmm, no tengo ninguno de esos discos'”.
Lo que Sánchez sí tenía era un oído para el golpe de la clave. Él fue autodidacta en las congas y lucho contra el estereotipo de que un chicano no podía tocar música afrocubana. Pasó siete años con el vibrafonista de jazz latino Cal Tjader antes de tener su propia banda, hace unos 32 años.
Ahora, después de 27 discos, lleva su música a lo largo del mundo, en lugares como Jakarta, Indonesia, Singapur y Nueva Zelanda, donde estuvo este mes. Después de Boca Ratón se irá a San Juan, Puerto Rico, a participar en el Festival Heineken de Jazz.
“Yo de verdad amo el jazz latino porque para mí es lo mejor de ambos mundos — la sofisticación y las estructuras de las melodías y armonías del jazz y el ‘sabor’ de los latinos y su música —mambo, cha-cha-cha y otros ritmos de baile. Usted junta esas dos cosas y tiene jazz latino”.
Por fortuna el jazz latino tiene a Poncho Sánchez y los residentes del Sur de la Florida tendrán la oportunidad de verlo este próximo 16 de marzo a partir de las 8.30 pm en el Mizner Park Amphitheater, 590 Plaza Real, Boca Ratón. Boletos: $25 y $50. Informes: 561-368-8445, festivaloftheartsboca.org

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