La policía del estado de Wisconsin informó que al menos siete personas, incluyendo al atacante, murieron este domingo cuando un hombre armado abrió fuego en un templo sij de la ciudad de Oak Creek.
Un portavoz dijo que los oficiales encontraron cuatro cuerpos dentro del templo de la religión india. El resto de las víctimas fueron halladas en las afueras del lugar.
El jefe de la policía de Greenfield, Bradley Wentlandt, dijo que un oficial sufrió varias heridas de bala pero se está recuperando. Según él, otro “civil” estaba siendo tratado por heridas de armas de fuego.
Las autoridades aún no confirman si había más de un atacante. Las causas del tiroteo aún se desconocen.
Oak Creek es una ciudad de aproximadamente 30.000 personas y está ubicada en el extremo sureste del estado.
En la página oficial del templo se lee que abrió sus puertas en 1999 y posee una congregación de entre 350 y 400 personas.
Múltiples llamadas fueron realizadas a los servicios de emergencia alrededor de las 10:25 am (hora local) de este domingo, aseguró Wentlandt.
Según él, un oficial de la policía fue enviado a la escena y resultó herido al enfrentarse con el hombre que disparaba.
El oficial John Edwards de la policía de Wisconsin dijo en una conferencia de prensa que gracias a la acción del funcionario se pudo evitar una tragedia mayor.
Los nombres de las víctimas no serán dados a conocer hasta que sus familias sean informadas de lo ocurrido, señaló Edwards.
La cuñada del sacerdote del templo, Parminder Kaleka, dijo a medios locales desde las afueras del lugar que lo había llamado por teléfono durante el tiroteo.
“Me dijo que 25 o más personas habían resultado heridas. En ese momento ni siquiera sabían si estaban vivos o muertos”.
Quienes asistían al templo siempre habían asumido que se trataba de un lugar seguro.Kaleka dice haber escuchado que su cuñado también está herido y que familias desesperadas se estaban reuniendo en las afueras del templo, tras conocer la noticia.
“Se trata de una enorme tragedia para nuestra iglesia”, dijo y añadió que la gente siempre había asumido que se trataba de un lugar seguro.
En un lugar de oración
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, expresó su “profunda tristeza” por los fallecidos y heridos.
“Michelle (Obama) y yo estamos profundamente entristecidos tras conocer el tiroteo que trágicamente se llevó tantas vidas en Wisconsin”, indicó Obama en un comunicado divulgado por la Casa Blanca.
“En este difícil momento, la gente de Oak Creek debe saber que el pueblo estadounidense tenemos a las víctimas en nuestros pensamientos y oraciones”, agregó el presidente.
Por último, el mandatario lamentó que “esta pérdida se produjese en un lugar de oración”, y subrayó “lo mucho que la comunidad sij ha enriquecido el país, que es parte de la gran familia estadounidense”.
El tiroteo ocurre apenas días después de que un hombre matara a 12 personas en un cine de Aurora, en el estado de Colorado, e hiriera a más de 50.
