Carnival Corp. Descendió al máximo desde septiembre del 2001, después del peor accidente de la compañía de cruceros, mientras su presidente ejecutivo, Micky Arison, supervisa la respuesta desde Miami, a 5,000 millas (8,000 kilómetros) del sitio italiano.
Los funcionarios de la compañía se han unido a las autoridades locales en culpar al capitán del Costa Concordia por acercarse demasiado a la isla de Giglio, en el Mar Tirreno. Arison, que elevó a Carnaval a casi $16,000 millones en ventas anuales, hasta el momento ha dejado a los directores regionales de cruceros que hagan frente a la prensa desde que el barco encalló el 13 de enero, dejando al menos 11 muertos y 24 desaparecidos.
Las apariciones públicas de los presidentes ejecutivos son por lo general importantes para ayudar a las empresas a recuperar la confianza de los consumidores después de accidentes, dijo Peter Hirsch, director de riesgos de reputación a nivel mundial en Ogilvy Public Relations Worldwide. Para Arison, de 62 años, la necesidad de calmar las preocupaciones puede ser urgente, ya que esta es la temporada alta de reservaciones de cruceros. “Cada vez que hay muertes y lesiones graves, es importante que los líderes de más alto rango que sean visibles”, dijo Hirsch, sin comentar específicamente sobre Carnaval. “Alguna visibilidad es ciertamente una buena cosa”.
Arison, cuyo padre fundó Carnival en 1972, y el jefe de operaciones, Howard Frank, están ayudando a coordinar acciones con las autoridades de Italia desde Florida, dijo la operadora de cruceros con sede en Miami. Carnival ha contratado a los consultores de comunicación Burson-Marsteller, informó PRWeek.
Carnival cayó 14 por ciento, a $29.60, a las 4 p.m. en Nueva York, la mayor caída diaria desde el 17 de septiembre del 2001, cuando los mercados de Estados Unidos volvieron a abrir después de los atentados terroristas del 11 de septiembre. Royal Caribbean Cruises Ltd., la segunda mayor compañía de cruceros, descendió 6.2 por ciento a $26.97. Los mercados de Estados Unidos cerraron el lunes por el feriado en honor de Martin Luther King Jr.
Arison posee indirectamente más de 110 millones de acciones en Estados Unidos, según muestran los archivos de regulación de Carnival. La disminución de hoy redujo las acciones en $515 millones.
El Costa Concordia, propiedad y operado por la unidad de Carnival Costa Crociere SpA, transportaba a más de 4,000 pasajeros y tripulantes cuando chocó con rocas, que abrieron un agujero en su casco.
“Los aviones a veces caen del cielo, pero la gente sigue volando”, dijo Petter Narvestad, un analista en Fondsfinans ASA, con sede en Oslo, que recomienda comprar acciones de Royal Caribbean y no califica a Carnival. “Los efectos del Concordia son a corto plazo. No hay ninguna amenaza para los barcos de cruceros o la industria de cruceros”.
La alta dirección de la compañía “ha estado en contacto constante con la dirección de su unidad Costa”, dijo el director de operaciones, Frank, en un comunicado por correo electrónico.
Pier Luigi Foschi, director general de la unidad Costa, dijo que los altos ejecutivos del grupo todavía podrían personarse en el lugar de los hechos para ayudar.
“La gerencia de Carnival ya se ha ofrecido a venir aquí si creemos que es apropiado que vengan”, dijo Foschi en una conferencia de prensa de fin de semana en Génova. “Vamos a decidir juntos”.
El capitán Francesco Schettino, a quien se le concedió el arresto domiciliario en medio de una investigación criminal, podría haber guiado el barca a las cercanías de Giglio para proporcionar a los pasajeros una mejor visión de la isla toscana, dijo Foschi. Carnival ha calificado el accidente como el peor de su historia.
Arison, que también es propietario del equipo de baloncesto Miami Heat, se convirtió en presidente ejecutivo de Carnival en 1979, y en presidente en 1990. Ha ampliado la compañía hasta hacer de ella el mayor grupo de cruceros en el mundo, mediante adquisiciones de buques y, en los últimos tiempos, de líneas completas de cruceros, incluyendo la mayor fusión de cruceros, a la vez que construye nuevos buques para dar cabida a miles de personas.
