No está claro qué candidato convenció más en el debate del domingo. Pero si hubiera que declarar a un ganador, esta sería probablemente la modelo Julia Orayen o “la edecán“, como se conoce en México a las azafatas.
Orayen se hizo famosa al entrar fugazmente al set para repartir los turnos de intervención. Su pronunciado escote y su ajustado vestido blanco robaron la atención a Andrés Manuel López Obrador, Gabriel Quadri, Josefina Vázquez Mota y Enrique Peña Nieto.
Poco después de finalizar el debate, los medios mexicanos revelaron que Orayen posó en 2008 para la revista Playboy, desnuda y con los colores de la bandera mexicana.
Así que la edecán-Playmate, tardó poco en convertirse en tema de moda en todas las conversaciones. En la escuela que hay junto a mi oficina se oyen los gritos de los adolescentes “¡Orayen Presidenta!”.
El Instituto Federal Electoral, el órgano encargado de organizar el debate, aseguró que pedirá explicaciones a la empresa encargada de la producción del encuentro.
El IFE “lamenta el desacierto de producción asociado a la vestimenta de una edecán durante el 1er Debate Presidencial y ofrece una disculpa a la ciudadanía y a la Candidata y a los Candidatos a la Presidencia”, dijo la institución a través de un comunicado.
La sorprendente aparición de la edecán del IFE no gustó a todos, como a la única mujer entre los candidatos, Vázquez Mota, quien denunció que la edecán “no estaba acorde a la seriedad del debate”.
Muchos cuestionaron en redes sociales por qué era necesario exhibir de esa manera a una mujer en un acto como el de ayer.
El debate generó controversia en México.
¿Fue la chica Playboy del debate una simple anécdota o un ejemplo del sexismo que aún impera en México?
Aquí es común que mujeres con ropa atrevida trabajen como presentadoras del tiempo en televisión, edecanes en ferias o modelos publicitarias.
Una de las técnicas más sorprendentes que he conocido en México es ubicar a bailarinas de cortas faldas en las puertas de tiendas de electrodomésticos o farmacias para cantar, repartir anuncios con promociones o simplemente atraer a clientes del sexo masculino al establecimiento.
Aunque es más frecuente verlo en pequeñas ciudades y áreas rurales, todavía es fácil encontrarlas en las calles de Ciudad de México, donde también se están poniendo de moda los edecanes masculinos. Con más ropa, eso sí. (BBC Mundo)