Oscar Pistorius, llamado ‘Blade Runner’ por las prótesis de carbono en sus piernas, fue acusado formalmente en un Tribunal de Pretoria del asesinato de su novia, la modelo Reeva Steenkamp.
Él no ha sido el único deportista de éxito en estar envuelto en la muerte trágica de sus parejas sentimentales.
Igual que en el caso Pistorius, un 14 de febrero pero de 1988 el boxeador argentino Carlos Monzón, fue acusado de la muerte de su segunda esposa Alicia Muñiz, quien cayo del balcón de su casa en Mar del Plata. El campeón mundial de peso mediano que realizó 14 defensas de su título, fue condenado a 11 años de prisión por homicidio simple. Monzón, murió el ocho de enero de 1995 en un accidente automovilístico, mientras hacia uso de su libertad condicional.
El 12 de junio de 1994 el ex jugador de futbol americano O.J. Simpson, quien también incursiono en el cine como actor, fue acusado por el asesinato de su exesposa Nicole Brown y su amigo Ronald Goldman, en uno de los casos más sonados de la justicia norteamericana. El 3 de octubre de 1995 Simpson fue absuelto por su responsabilidad en las dos muertes, sin embargo el cuatro de febrero de 1997, un jurado civil de Santa Mónica, California lo declaró culpable y lo obligó a pagar una multa de 33,5 millones de dólares.
El venezolano campeón mundial de peso ligero, Edwin ‘El Inca’ Valero, asesino a su esposa Jennifer Carolina Viera, de varias puñaladas en un hotel de Valencia en Venezuela, el 18 de marzo de 2010. Después de aceptar la autoría de los hechos, Valero se ahorcó utilizando su propia ropa mientras se encontraba detenido en los calabozos de la Policía de Carabobo.
El primero de diciembre de 2012, Jovan Belcher, ‘linebacker’ de los ‘Kansas City Chiefs’ de la NFL, asesino a su novia Kasandra Perkins, de 22 años. Después de dispárale en nueve ocasiones, Belcher de 25 años, se dirigió al estacionamiento donde practicaba con los ‘Chiefs’, se arrodillo y se disparó en la cabeza delante de gerente general del equipo Scott Pioli.
Marc Cécillon, exjugador francés de rugby, le disparó en cinco oportunidades a su esposa Chantal -de 44 años- cuando asistían a una fiesta en el pueblo de Saint-Savin, el 7 de agosto de 2004. El jugador confeso que actuó de esa manera producto de los celos y el abuso del alcohol. El excapitán que jugo 46 partidos internacionales con Francia, fue condenado a 20 años de cárcel. En junio de 2011 recibió libertad condicional.
Estos hechos pueden poner de manifiesto la fragilidad de muchos deportistas frente al éxito y el reconocimiento. El dinero, los celos y los excesos de alcohol, son las causas recurrentes en todos estos crímenes pasionales. (Semana)
