El crimen tiene todos los elementos de un caso para aplicar la pena capital según la ley de Colorado, ya que incluye premeditación, múltiples víctimas y la matanza de un niño, entre otros, dijo el ex fiscal de Denver Craig Silverman.
“Si James Holmes no fuera ejecutado, Colorado tendría también que descartar su ley de pena de muerte”, sostuvo.
Muchos en Aurora evitan pronunciar su nombre para no hacerles a Holmes la publicidad que creen buscaba tener con este crimen.
“Me niego a decir su nombre. En mi casa lo vamos a llamar simplemente Sospechoso A”, dijo el gobernador de Colorado John Hickenlooper en un memorial celebrado en las escaleras del centro municipal del suburbio de Denver el domingo por la noche.
Obama se reunió con las familias en el hospital Universidad de Colorado y en un discurso televisado más tarde tampoco mencionó el nombre del sospechoso.
Hickenlooper se enfocó en la valentía de una mujer joven, Stephanie Davies, quien salvó a su amiga Allie Young al ejercer presión en una herida sangrante del cuello con una mano y llamar pidiendo ayuda con su teléfono móvil con la otra.
Los motivos de Holmes siguen siendo un misterio, con ex colegas diciendo que no mostraba signos de enfermedad mental o tendencias violentas.
Todas las armas que portaba habían sido compradas legalmente. Actualmente se encuentra en confinamiento solitario para protegerlo de otros presos.
Holmes había abandonado recientemente un programa de doctorado en neurociencias en la Escuela de Medicina Anschutz de la Universidad de Colorado, a pocas cuadras de su casa. (Reuters)