El expresidente de Perú Alberto Fujimori, quien cumple una condena de 25 años de cárcel por violación de derechos humanos, renunció a la posibilidad de solicitar el indulto, dijo el miércoles su hijo, el congresista Kenji Fujimori.
“Mi padre renuncia a la idea del indulto porque se sabe inocente y no hay señales claras y positivas por parte del gobierno” del presidente Ollanta Humala, dijo el legislador a la cadena de televisión Frecuencia Latina. El indulto es un beneficio que en Perú sólo puede ser otorgado por el presidente de la República.
El legislador anotó que la familia del exmandatario, quien gobernó entre 1990 y 2000, está de acuerdo en solicitar el indulto, pero subrayó que quien tiene la última palabra es su padre. Su decisión “es un golpe duro para nosotros, sobre todo por su estado de salud”, refirió Kenji Fujimori al precisar que queda como opción la vía judicial con el fin de que, según dijo, se anule la sentencia.
Fujimori, de 74 años, quien cumple su sentencia en una base policial al este de Lima, padece de un problema cancerígeno en la lengua que no es terminal y está controlado, por el cual es tratado regularmente.
En abril de 2009, fue condenado como autor mediato de dos matanzas perpetradas en 1991 y 1992 por un escuadrón de la muerte formado por oficiales del ejército, saldado con un total de 25 muertos, entre ellos un niño, y del secuestro de un periodista y un empresario.
