16 de abril de 2024 3:10 AM

Conozca el día a día de Assange en la embajada ecuatoriana

**Funcionarios del gobierno de Ecuador en Londres revelaron detalles de la situación dentro de la embajada en la capital británica en la que el fundador de WikiLeaks, Julian Assange, se refugió el 19 de junio.

Assange en la embajada de EcuadorBBC Mundo ingresó a la representación diplomática y conversó con estos funcionarios sobre la vida de Julian Assange dentro de la embajada, la “amenaza” británica de ingresar por la fuerza y el proceso legal en curs0.

 Assange, quien busca evitar su extradición a Suecia, donde es sospechoso de haber cometido un delito de acoso sexual y otro de violación (cargos que él niega), habita una de las ocho habitaciones que componen la embajada ecuatoriana en Londres, justo detrás de la popular tienda Harrods, en el exclusivo barrio de Knightsbridge.

Pese a que el gobierno británico ya desestimó aplicar una ley por la cual podría ingresar a la embajada, allí no olvidan lo que pasó por sus cabezas aquellos días.

“Absolutamente sí, pensamos que iban a entrar. Pensamos distintas opciones, que expulsaran a funcionarios o que prendieran la alarma de incendio para que salieran todos”, dijo uno de los representantes diplomáticos.

Cuentan que creyeron seriamente en la advertencia del Reino Unido, hecha pública el 15 de agosto, porque vino acompañada de un “incremento impresionante del número de policías, de cuatro a 50, y con tres camiones. Fue realmente desorbitante, abrumador”.

Desde dentro de la embajada vieron a policías fuera de la ventana de uno de los tres baños de la residencia y también en la escalera de incendio del edificio.

Allí nunca pensaron, pese a las especulaciones de los medios, en sacar al australiano de la residencia oculto en una “valija diplomática”. Y han recibido hasta cartas de personas ofreciendo hacer de doble de Assange para que pueda salir o ideas con planes para que salga en helicóptero. “Ninguna la hemos contemplado”, aclaran.

En la embajada llevan 66 días con un inusual huésped, que tuvo que acondicionar uno de los despachos para transformarlo mitad en oficina, mitad en dormitorio.

Mientras, las ocho personas que allí trabajan han debido acostumbrarse a llevar a cabo sus tareas bajo esta situación.

“La interacción es la necesaria. Nos reunimos hasta dos o tres veces al día. Tratamos de que él tenga su espacio. Suele salir (de su habitación) por las tardes”, cuentan.

“Su estado de ánimo”, dicen, ha permanecido sin cambios desde que llegó y los funcionarios que lo han tratado se han visto un poco “sorprendidos” por su forma de ser más bien “fría”, distinta a la personalidad latina, explican en la embajada.

“Es muy cuidadoso de lo que dice, es discreto”, agregan.

Por su seguridad y por la de quienes trabajan allí, en la embajada contrataron dos agentes de seguridad privados que hacen turnos para vigilar la entrada, que ya cuenta con media docena de policías que la custodian.

También por seguridad, le piden a Assange que notifique a la embajada quién lo va a visitar y explican que le pusieron un “cupo máximo de visitas”, sin especificar cuántos pueden verlo cada día.

Así transcurre los días el australiano, a la espera de que Reino Unido y Ecuador solucionen su disputa diplomática.

La batalla legal

El gobierno ecuatoriano al concederle el asilo diplomático, el 16 de agosto, argumentó –entre otras razones– la falta de garantías de que Assange no sería extraditado a un país fuera de la Unión Europea.

Embajada de Ecuador en LondresEn la embajada todavía esperan que Reino Unido comunique formalmente que no va a asaltar la embajada.

Assange y su defensa sostienen que en realidad es Estados Unidos quien quiere juzgar al fundador de WikiLeaks por haber filtrado miles de documentos secretos.

Los funcionarios ecuatorianos que hablaron con BBC Mundo aclararon que ellos no realizan ninguna valoración del proceso judicial sueco: “Estas dos mujeres tienen el derecho a que unos jueces decidan sobre su caso”, señaló uno de ellos en referencia a las dos mujeres que acusaron a Assange en agosto de 2010.

Y hacen hincapié en la necesidad de recibir garantías de que se evitará la extradición a un tercer país, “la solución –insisten– son las garantías”.

En la embajada todavía esperan por una comunicación por los canales oficiales del gobierno británico de que no van a intentar ingresar por la fuerza.

Dicen que “sería muy bueno que el gobierno británico diga formalmente que no va a pasar un asalto a la embajada”, una posibilidad que todavía contemplan.

Y reconocen que desde la concesión del asilo diplomático no ha habido ningún contacto entre el Ministerio de Relaciones Exteriores británico y la representación ecuatoriana en el país.

 

En busca del pasaporte australiano

Los funcionarios del gobierno ecuatoriano en Londres reconocieron que desde el consulado de Australia en Londres se han comunicado en distintas ocasiones para interesarse por la situación de Julian Assange. Cuenta que “el propio Julian ha desestimado” la asistencia. El fundador de WikiLeaks intentó, a través de la embajada ecuatoriana, conseguir un pasaporte australiano, pero desde el consulado australiano dijeron que no podía hacerlo a través de otra personas sin que ésta tuviera un poder, cuentan en la embajada.
(BBC Mundo)
Facebook
Twitter
LinkedIn
WhatsApp

Relacionados