29 de marzo de 2024 4:54 AM

El sur de la Florida abre sus puertas al Miami Art Basel

'Mujer sentada', de Wifredo LamCuando se habla de peregrinaciones de coleccionistas de arte, entre las paradas obligadas aparece Miami. Conjuntamente con Art Basel, la gran fiesta del arte que invade la ciudad a principios de diciembre, se celebra una pionera de las ferias artísticas en el sur de la Florida, Art Miami, que ya consolidada con sus 23 años de existencia, ofrece nuevas opciones y considerable asequibilidad para los coleccionistas y admiradores del arte moderno y contemporáneo.

En su pabellón del distrito de Arte de Wynwood se agrupan 176 galerías venidas de todo el mundo que exponen una variedad de obras que van desde la pintura y el dibujo hasta el arte videográfico y la instalación. En esta edición, cuya apertura es a beneficio del Miami Art Museum, resaltan las galerías del patio: Ascaso Gallery, Art Nouveau Gallery, DeVera Iglesias, Evelyn Aimis Fine Art, Now Contemporary, Pan American Art Projects, Rudolf Budja Gallery LLC, Zadok Gallery, Black Square Gallery y Kavachnina Contemporary.

Los cinco galeristas con larga experiencia en ferias internacionales, que han respondido a las preguntas de El Nuevo Herald, son dueños de establecimientos que forman parte también de esa representación local. Los dos primeros radican en Coral Gables y los restantes en Wynwood. Tres de estas galerías llevan nombres propios: Segnini, Cernuda y Juan Ruiz. Mientras Dot Fiftyone —según se cuenta— supone la suma de edades que tenían sus fundadores, Alfredo Guzmán e Isaac Javier Perelman, al momento de abrir.

César Segnini es un testigo en la distancia de la gestación de Art Miami.El galerista Juan Ruiz es uno de los que participa en Art Miami. Juan Ruiz, aunque apenas lleva un año de establecido en Wynwood, desde el principio se unió al evento a través de su galería de Maracaibo, Venezuela. El cubano Ramón Cernuda y los argentinos Alfredo Guzmán e Isaac Javier Perelman han apoyado siempre la feria en las buenas y en las malas. Como protagonistas, son capaces de ofrecernos una visión panorámica de Art Miami.

César Segnini: “Por la feria fue que vine a Miami. La idea surgió en otro evento parecido que se celebraba en Hong Kong. Sus organizadores sugirieron crear una feria que se hiciera en Estados Unidos o en Suramérica, pero enfocada en el arte latinoamericano. En aquel momento las de mayor renombre a nivel internacional cambiaron de escenario y transitoriamente perdieron fuerza, de suerte que Art Miami se convirtió, a la vuelta de dos o tres años, en la más relevante de Norteamérica.

Desde que la cogió Nick [Korniloff], director de Art Miami, le ha devuelto su brillantez inicial. El intenta enfocarse en el nuevo coleccionismo del área: jóvenes con cierto poder adquisitivo, y personas que tienen casa aquí y vienen durante una época del año, venezolanos, mexicanos, colombianos, etc., que compran arte y lo dejan almacenado.

Art Miami respeta nuestras propuestas, no invade el campo de la galería. Cuando he sugerido dedicar algo a un maestro, acogen la idea como suya, ofreciéndome espacio gratuito. Sería interesante que pusieran mayor énfasis en los movimientos y tendencias de América Latina, o sea, estar atentos a lo que pasa últimamente, por ejemplo, en Brasil. Se requeriría un pabellón anual dedicado a un país, a estudiar una región o un determinado fenómeno artístico”.

Ramón Cernuda: “Art Miami era la reina de las ferias en el sur de la Florida, intervine en ella desde antes de Basel, y tenía un éxito tremendo de público y de expositores y desde el punto de vista cultural y comercial. Llega Basel y le roba la atención, quedando desbancada por un suceso de mayor lustre, que se le anticipaba en tiempo, acaparando el coleccionismo y sus fondos. Entonces no le queda más remedio que reposicionarse en cuanto a fecha.

En este instante Art Miami es una sombrilla, con múltiples ferias satélites, que han ido desarrollando su sitio y su público. Sin ir más lejos CONTEXT abre una vertiente nueva al arte experimental; aventura muy acertada que demuestra que Korniloff sabe lo que el momento requiere. Junto a iniciativas como esta  me gustaría ver un esfuerzo por admitir lo clásico. Menocal, Romañach, Chartrand, etc., hay quien cree que no caben en una feria, y se olvidan de que existe un hilo conductor que une el siglo XIX con lo moderno. Abordar manifestaciones como el arte clásico y la academia es cosa que está pasando en Los Angeles, donde se desarrollan dos ferias que las admiten”.

Juan Ruiz: “Las ferias son el único medio en el mundo actual, con la posibilidad de ponerte frente al  booth de tu galería a 10,000 o 15,000 personas en cinco días. Por lo general, la participación en las ferias es costosa, pero precisamente en Art Miami he tenido la experiencia de que el precio es manejable.

Miami tiene que tratar de convertirse en un núcleo fuerte del arte durante todo el año.  Si alguien vende aquí millones en arte, sería bueno que se quedaran en el pueblo algunos milloncitos. Sin que me quede nada por dentro, Basel vino acá y se le tiraron a las rodillas toda la gente pudiente y poderosa de la villa, ellos prestaron sus casas…, recibieron mucho a cambio, ganaron bastante, ese  jet set se fortaleció, pero no hubo una política sensata para que ocurriera algo más”.

Alfredo Guzmán: “En esta feria el arte contemporáneo está unido al arte moderno, que es el que tiene los precios más altos, eso hace un soporte.

La feria te da nuevos contactos pero a largo plazo, en principio uno tiene que financiar ese proyecto y esperar a que fructifique. A Art Miami la ahogó en un periodo la masa de dinero financiero. Empezó como una feria normal que vendía arte, aprovechando que se había decretado que Miami iba a ser como la capital de América Latina…, luego surge la burbuja y los bancos apoyando la feria, y enseguida aterrizaron los  jets privados con los compradores; para  ellos era llegar, chupar el dinero y marcharse. Hoy se percibe un cambio positivo, Art Miami va sumando un nuevo público, a la vez que afianza su excelencia”.

Isaac Javier Perelman: “Basel tendría que dar más facilidades a las galerías locales. Algunas autoridades de la ciudad tal vez no entienden lo que es arte, o lo que es hacer de Miami un destino cultural. En gran medida también la empresa privada le vuelve la espalda a nuestros planes y aspiraciones; en América Latina, en Buenos Aires, en Bogotá o en Ciudad México, la empresa privada y los gobiernos subvencionan parte de nuestras actividades. Si surge un suceso cultural, mandan a apagar los parquímetros, aquí por el contrario, ese día viene la policía a poner multas.

Una obra de un artista nuestro, Mauro Giaconi, ha sido escogida para un espacio público gratuito de Art Miami. Los proyectos especiales de la Feria escogen obras representativas como esta, además patrocinan un programa muy fuerte de videos, como parte de una tradición y un proyecto abierto a lo nuevo”.

Art Miami, del 4 al 9 de diciembre en The Art Miami Pavilion, Midtown/Wynwood Art District, 3101 NE 1 Ave. (El Nuevo Herald)

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