Desde su lanzamiento los pasados mayo y junio respectivamente, Lyft y Uber continúan prosperando en Miami-Dade a pesar de que siguen haciéndolo de manera ilegal.
El propietario de un servicio de limusina (Professional Chauffeur Transportation Services) ha presentado una demanda colectiva (incluye a los choferes con licencia y taxistas, así como al público en general) contra ambas compañías y el gobierno del condado, con el objetivo de obligarlas a detener el servicio.
Según las leyes estrictas de Miami-Dade en relación a taxis y servicios de automóviles, los conductores de los autos deben tener licencia, y según la demanda, Uber y Lyft están a sabiendas, de manera ilegal, violando deliberadamente esas ordenanzas, con el único propósito de lucro, causando la pérdida monetaria (pérdida de tarifas legítimas) a las empresas que son reguladas por dicha ordenanza y en detrimento del público en general.
También señala que Uber y Lyft están en una feroz competencia que involucra regularmente bajar sus tarifas, perjudicando injustamente a otros servicios de autos con licencia, como los taxis, que no pueden reducir legalmente sus tarifas.
Además, se acusa al condado por hacer la vista gorda con estas empresas, que operan con relativa libertad. La demanda busca una orden de cese inmediato contra Uber y Lyft, así como la restitución y daños punitivos. Según comunicado de Lyft, la demanda no tiene mérito, y esperan resolverlo con rapidez y eficacia. Uber no respondió a una solicitud de comentarios.
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