25 de abril de 2024 6:22 AM

Cóctel de drogas y medicamentos propiciaron la muerte de Whitney Houston

Withney HoustonWhitney Houston murió ahogada, pero una enfermedad cardiaca y el consumo de cocaína contribuyeron a su deceso, dictaminaron autoridades forenses.

El anuncio pone fin a semanas de conjeturas sobre lo que mató a la cantante ganadora del Grammy.

Houston apareció sumergida en una tina de baño en su habitación en el Hotel Beverly Hilton la víspera de la entrega de los Grammy y su muerte había sido calificada como accidental.

Varios frascos de medicamentos por receta aparecieron en su habitación, pero las autoridades forenses dijeron que no eran cantidades excesivas.

La Policía de Beverly Hills dijo en un comunicado que no había evidencia de la muerte de Houston fuera resultado de un acto criminal.

El vocero de la oficina forense, Craig Harvey, afirmó que aparecieron metabolitos de cocaína en el organismo de Houston y esto fue considerado un factor que contribuyó a su muerte. Agregó que los resultados indicaban que Houston consumía la droga con bastante frecuencia.

Los resultados de las pruebas de toxicología también arrojaron que Houston tenía en su sistema marijuana, Xanax, el relajante muscular Flexeril y la medicina para la alergia Benadryl.

La cantante también tenía una enfermedad del corazón que le provocó bloqueos en las arterias. El asistente del forense, Ed Winters, indicó que la condición es común entre quienes consumen drogas, aunque no indicó que no estaba claro si Houston tuvo un ataque cardiaco el día que murió.

La cantidad exacta de cocaína en el cuerpo de Houston no fue revelada el jueves, pero se dará a conocer en el reporte completo de la autopsia que será divulgado en unas dos semanas, indicaron funcionarios.

La familia y los amigos de Houston no creían después de su muerte que la cantante aún estuviera abusando de las drogas.

“No creo que las drogas fueran un problema para ella antes de morir. No sé qué pasó ese día’’, declaró Patricia Houston en una reciente entrevista con Oprah Winfrey.

Houston murió horas antes de su presentación en una fiesta del productor Clive Davis previa a los Grammy.

La cantante fue enterrada en un cementerio de Nueva Jersey junto a su padre, tras un funeral emotivo al que asistieron amigos, familiares y superestrellas como Oprah Winfrey, Tyler Perry, Alicia Keys, Mariah Carey, Mary J. Blige, Jennifer Hudson y Roberta Flack.

“No se sospechan lesiones o violencia”, agregó el comunicado, el cual afirmó que una versión final del informe del forense se hará pública en dos semanas.

Houston, una sensación desde su primer álbum en 1985, era una de las artistas con mayores ventas en la década de 1980 y 1990, con éxitos como  I Wanna Dance With Somebody,  How Will I Know,  The Greatest Love of All y  I Will Always Love You, pero en su batalla contra las adicciones su increíble voz se volvió rasposa y no podía llegar a las notas más altas.

Luego de su muerte, sus canciones regresaron a las listas de éxitos y a la radio.

La cantante influyó en una generación de cantantes más jóvenes, como Christina Aguilera y Mariah Carey.

Para el final de su carrera, se convirtió en un asombroso ejemplo del precio de la adicción a las drogas. Las ventas de sus álbumes bajaron y dejó de tener éxitos. Su imagen, otrora serena, se destruyó por su mal comportamiento y sus extrañas apariciones públicas. Confesó que estaba abusando de la cocaína, marihuana y pastillas, y con el tiempo perdió la capacidad de alcanzar las agudas notas que acostumbrada cuando estaba en su mejor momento.

“El mayor de los demonios soy yo. Soy o mi mejor amiga o mi peor enemiga’’, afirmó Houston a Diane Sawyer, de ABC, en una entrevista por televisión con su entonces esposo Bobby Brown a su lado.

Al morir, Houston trataba de regresar a los escenarios. Había concluido la filmación de una nueva versión de la película  Sparkle en la que la artista cantaba el famoso himno evangélico  His Eye is on the Sparrow. Los productores de la película dijeron que la cantante se comportó en forma totalmente profesional en la escena. (El Nuevo Herald)

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