29 de marzo de 2024 9:38 AM

Análisis de Jairo Cuba: Chávez, realidad y mito

**De ahora en adelante a la comunidad oficialista le tocará demostrar si es real y viable el “chavismo sin Chávez”.
Chávez caminando bajo la lluviaLa muerte del presidente de la República ha abierto un nuevo capítulo en la historia venezolana. Una historia de la cual habrá mucho que hablar para bien o para mal.
 Chávez pasa de realidad a mito. Quiérase o no, es el personaje más influyente de la política venezolana en los últimos tiempos y es el artífice de una gran transformación social en este país.
 La solidaridad y la manifestación popular espontánea que logró concitar en sus exequias demuestran que logró vender su proyecto que incluso transpoló las fronteras.
 El Chávez real atravesó todos los obstáculos posibles, superó las embestidas de sus adversarios políticos y salió ileso de los múltiples errores que como humano cometió en el ejercicio del poder. Fue tan influyente su égida que consecuentemente logró desviar la opinión pública en medio de tantas denuncias por los desvaríos administrativos  y la ineficiencia de quienes abusaron de su confianza.
 Chávez fue duro e implacable con el adversario. No hizo concesiones de ningún tipo con la oposición y llevó adelante sus convicciones tratando de imponer un modelo inviable y el cual comienza a vivir a partir de esta semana,  su prueba de fuego.
 Como líder rompió todos los moldes. Difícil aparezca otro personaje en la política venezolana que logre esa simbiosis perfecta con los sectores mas desposeídos. Su discurso demagógico o no, conquistó las simpatías del grueso de la población venezolana.
 En lo humano, lo más valeroso a nuestro juicio de Chávez fue su entereza para asumir la difícil circunstancia de su salud. Lo que no pudieron hacer sus adversarios políticos, vencerlo y derrotarlo, lo hizo la infortunada enfermedad que lo consumió.
 Con todo se enfrentó a un proceso electoral inconveniente para su integridad física y podría decirse que lo dio todo para tratar de garantizar la vigencia del proceso.
 Un torrencial aguacero el día del cierre de su campaña fue el corolario final para un hombre que bajo en defensas pero fortalecido por su convicción idealista, lo dio todo para finalmente caer vencido por una dolencia que ya lo tenía sentenciado de muerte.
 Hemos expresado nuestro lamento y nuestra solidaridad con sus deudos. A la historia le tocará juzgarlo. Le adversamos con seriedad y respeto, pero jamás dejamos de reconocer su grandilocuencia como líder fundamental de este país.
 El detalle ahora es que Chávez pasa a ser historia y toca a sus seguidores, sin el mismo carisma y la entrega de él,  tratar de continuar lo que hizo buscando consolidar el socialismo del siglo 21.
Ni Maduro ni Diosdado, Ni Arias Cárdenas ni Vielma Mora, Ni Adán ni Arreaza tienen el talante de Hugo Chávez ni la integridad para garantizar este proceso, de manera que sus seguidores tendrá que hacer un gran esfuerzo si en verdad se quiere honrar su memoria.
 Estamos convencidos que al igual que Luis Herrera, Hugo Chávez fue un presidente honesto. Ambos, ya fallecidos fueron víctimas de un entorno perverso que utilizó la política y el poder para su beneficio personal.
 Toca ahora una menuda tarea que se ve realmente cuesta arriba, amarrar las malas influencias pese a que el líder máximo dejó la cartilla escrita, sin embargo en un país de memoria corta como Venezuela, es muy probable que más temprano que tarde el legado de Hugo Chávez sea profanado por muchos de quienes hoy se derriten en llanto y se rasgan las vestiduras en medio del natural dolor por la ausencia del líder.
Ya la profanación comenzó al anunciarse que se va a embalsamar su cádaver con fines electorales.
 Para Hugo Chávez, nuestro reconocimiento y nuestro respeto, extendemos esta solidaridad a sus deudos y a sus seguidores y en medio de estos sentimientos encontrados abogamos por un sincero aporte para que la política en este país deje de ser un juego de insultos y agravios para ponerla al servicio del bienestar colectivo.
 Ayer Chávez era una realidad. Hoy es un mito, que toda seguridad va a perdurar por mucho tiempo. 
 Pero ahora es cuando se pone a prueba el chavismo sin Chávez. (Surflorida.com)
 
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